miércoles, 25 de septiembre de 2013

Así trabajan los perros de rescate en los aludes

Tiempo real que tarda un perro de rescate en encontrar una víctima sepultada por un alud.
En este simulacro, el perro de aludes de la Guardia Civil encuentra una víctima sepultada en una avalancha, de más de 200 metros de longitud y hasta 60 metros de ancho (superficie total aprox. 10.000m2), en poco más de un minuto


EN AYUDA DE LOS IMPRUDENTES

A pesar de todos los resultados de que es capaz el terranova, todavía falta mucho para que se le reconozca como el remedio de todos los problemas que plantea el salvamento en el mar. Son muchos los escépticos. 
Es verdad que en la actualidad se dispone de medios de socorro (zodiac, helicópteros) más rápidos y eficaces que el perro, pero ¿por qué no dejar que este pero de agua acompañe a los equipos de socorristas?
En algunas situaciones, el terranova que se encuentra en una forma óptima podría presentar grandes servicios: vigilancia de las zonas escarpadas a las que zodiac no puede llegar, así como de las playas donde la mayoría de los accidentes se producen a escasa distancia de la orilla. En efecto, 300 metros es la distancia ideal de intervención del perro; más cerca, el socorrista es operativo; y lejos de la orilla hay que recurrir a medios de salvamento de más envergadura. desde esta perspectiva, el terranova parece particularmente apto para socorrer a los usuarios de patines acuáticos que representan el 70% de las intervenciones.
Otra posible intervención, esta vez en alta mar, es la que se produce cuando un barco naufraga y ni la falúa ni el helicóptero pueden recuperar a todos los pasajeros al mismo tiempo, en cuyo caso el perro se podría convertir en un inesperado salvavidas para los náufragos presas del pánico. Ésta es una juiciosa sugerencia que valdría la pena poner en práctica.

Contento como un terranova en el agua

El terranova es la única raza canina que tiene todas las aptitudes necesarias para convertirse en socorrista. 
En efecto, la potencia y soltura en el medio líquido, el aguante, la resistencia al frío, la tranquilidad pase lo que pase, la tenacidad y el valor son cualidades que se aprecian en este perro que, de ser una encantadora pequeña bola negra o bronce de 500 gr cuando nace se convertirá en un adulto de 50 a 60 kg.
Además, la naturaleza ha sido generosa con él. Su pelaje largo y grueso y su subpelo aceitoso le permiten retener el aire, flotar mejor y poder resistir perfectamente dentro del agua fría. además, tiene unas patas dotadas de una membrana interdigital a la altura de la segunda falange que está más desarrollada que la de los demás perros y le proporciona una mejor propulsión en el agua.
El terranova, buceador temerario y nadador fuera de serie, cobra instantáneamente cuanto encuentra en el agua. Lord Byron, que en su infancia fue salvado por Boatswain, un terranova, decía de este perro que "tiene todas las virtudes del hombre y ninguno de sus vicios".

Un terranova bien entrenado

Un terranova bien entrenado puede sacar del agua fácilmente a un nadador de 80 kilos o también tirar de dos náufragos cogidos a las anillos de sus arnés. Su fuerza también le permite remolcar con ayuda de una cuerda una canoa con cuatro personas a bordo. En una demostración se ha visto cómo un equipo de dos perros conseguía mover un barco de 25 toneladas. Para variar y complicar las situaciones, las maniobras se empiezan a ejecutar desde una embarcación y ya no desde la playa: un nuevo juego para el terranova que raras veces durará en tirarse al mar desde una canoa de salvamento para ir a llevar un remo o una cuerda a otro barco o a una plancha de vela a la deriva.
De todas maneras, se requieren meses de trabajo y de paciencia para iniciar al terranova en el salvamento; salvo excepciones, un perro de esta raza nunca será operativo antes de que tengan dos años. Con la experiencia, el animal llegará a tomar iniciativas. Para moverse en la dirección adecuada, tiene en cuenta de las olas para localizar la posición del hombre o del barco en dificultades. En el caso de que se trate de socorrer a varias personas, el perro acude instintivamente en ayuda de la que está más necesitada. Asimismo escoger el lugar de la orilla más abordable para sacar el náufrago.

UNA EDUCACIÓN LÚDICA

El terranova no es un perro fácil de educar. Independientemente, por no decir testarudo, detesta que se le impartan clases magistrales. De modo que hay que presentar la lección como si fuera un juego. Se le ha de dejar jugar en el agua y felicitarle para conseguir que obedezca a las órdenes elementales: sentado, echado, quieto, marcha a pie. El apego exclusivo que siente por sus dueños hará lo demás. De ahí también la dificultad de confiar en un terranova a un centro de socorro. Para que el equipo de salvamento sea operativo debe estar compuesto por el perro y su propio dueño.
Los ejercicios de natación destinados a desarrollar la resistencia del animal comenzarán muy pronto, desde que tenga cuatro meses; las distancias a cubrir se alargarán muy progresivamente y bajo una estricta vigilancia porque el terranova no conoce sus límites; para complacer a sus dueños es capaz de nadar hasta el agotamiento. En él resulta también muy natural cobrar los diversos objetos (remos, fango o chaleco salvavidas) que se lancen al agua primero desde la orilla y después desde un barco anclado a 30 metros.
Al perro le bastarán unas cuantas sesiones para aprender a tirar del brazo o de las muñecas de un maniquí arrojado al agua desde un canoa. La escena se complica cuando el "muñeco" es sustituido por un voluntario que simula ahogarse haciendo grandes gestos. El animal debe entonces controlar su fuerza espontaneidad para coger delicadamente el brazo de la "víctima".

En la vida cotidiana


En la vida cotidiana, para este amigo de los marineros, encargado de recoger los peces que se escapaban de las redes, todas las ocasiones eran buenas para tirarse al agua. Para los pescadores, era el mejor barómetro: en cuanto este experto meteorólogo adivinaba la proximidad de una tempestad, hacía acopio de peces en previsión del mal tiempo. 
El mismo Napoleón contrajo una deuda de agradecimiento con el terranova. En efecto, cuando decidió huir de la isla de Elba tuvo que subir a bordo de una chalupa para llegar después al Inconstant que le esperaba en alta mar. Pero en el momento de embarcar en pena noche el emperador resbaló y desapareció en el agua. Sin duda se habría ahogado a no ser por el perro de un marino que lo llevó hasta la orilla agarrándolo por el cuello del abrigo.
En París, los terranovas tuvieron menos éxito. En 1820 se apostaron a varios de estos perros a lo largo de los muelles del sena para socorrer a los ahogados. Por desgracia, el prefecto de policía rechazó la nota de gastos que presentó Louis-Victor Dacheux, encargado de su adiestramiento. Dacheux recibió cómo único pago la entrega de los once terranova. Once bocas que alimentar eran demasiado y Decheux intento venderlos pero caso nadie se interesó por ellos. La aventura terminaría tristemente ya que diez perros murieron envenenados y el onceavo, por un ironía del destino, se ahogó al quedar enredado en los cordajes de un barco.
En 1983, un pescador bretón naufrago frente a la isla de Sein. Tres día después, su perro, un terranova, llevaba su cuerpo al playa.
Hace algunos años, durante la Transat Alizés, otro terranova que no estaba preparado para el salvamento en el mar, socorrió a tres tripulantes de un barco a la deriva. Fue un piloto de helicóptero quien dio la alerta al observar la actividad del perro, el cual intentaba mantener agrupados a los tres hombres, yendo de uno a otro para sostenerlos.
En la actualidad, a pesar de la intervención de medios de socorro más eficaces, los incondicionales de la raza están empeñados en perpetuar las cualidades del terranova entrenándolo regularmente para trabajo en el agua.

UN PASADO GLORIOSO






La historia cuentaque, hace mucho tiempo, los marinos (que sin duda no sabían nadar) nunca se embarcaban en un bacaladero sin que hubiera un terranova a bordo. Una de estas mascotas llegó a recibir una medalla de oro en 1919 por haber salvado a veinte personas a punto de ahogarse.

EL RASTREO O LA PASIÓN POR EL JUEGO



El perro rastreador debe tener varias cualidades. Debe ser un buen perro de cobro, dar muestras de tener una gran robustez física y estar dotado de potentes cualidades olfativas. Pero también debe sentir pasión por el juego pues esa es la base del adiestramiento. Después de haber aprendido a resolver a la llamada de su dueño, a andar al paso, a sentarse, quedarse tranquilo, el joven perro aprende las primeras lecciones especializadas jugando con la droga... pero sin que ello suponga ningún peligro para la salud.
En una bolsa de nylon introducida en un tubo de PVC, uno de los materiales más duros, se pone un poco de hachís. El tubo en cuestión, tapado en sus extremos y con minúsculos agujeros, se rodea con una hoja de poliuretano y se envuelve en una tela de algodón, para que se parezca lo más posible a los juguetes para perro. Acostumbrado al olor de droga, el perro debe encontrar su juguete favorito escondido de un modo cada vez más difícil: en los asientos, los faros, los embellecedores o el filtro de aire de un coche.
Para el perro, este rastreo sólo es una excelente ocasión de jugar con su dueño.

En 1970

Los estadounidenses decidieron drogar perros para hacerles detectar la droga cuando sufrieran el síndrome de abstinencia. Ese cruel y bárbaro procedimiento fue abandonado enseguida pues los perros así intoxicados sufrían trastornos hepato-nefriticos y cardíacos que les causaban la muerte rápidamente...Por consiguiente, es totalmente erróneo pensar que los peros rastreadores de droga de la actualidad están drogados. Si tal método se empleara hoy, sería severamente castigado y, de todas maneras, no serviría de nada en la medida en que los perros rastreadores deben ser operativos las veinticuatro horas del día, ya que las operaciones de rastreo no se programan de antemano.

Servirse de los perros

La idea de servirse de los perros para la detección de estupefacientes remonta a la época de la guerra de Vietnam, durante la cual el consumo de heroína entre los soldados estadounidenses planteó gravas problemas.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Como educar a un chachorro


Después de una primera fase de adiestramiento, el perro se va acostumbrarse al ritmo de los aeropuertos, la animación de la autopista, y a entrar en contacto con otras drogas, esta vez las duras: heroína, cocaína, morfina... Sólo después será realmente operativa la pareja dueño-perro.
Por regla general, cada perro se especializa en una variedad de droga, lo que permite poder alcanzar una eficacia máxima.
Está claro que cuando los traficantes circulan, esconden los estupefacientes en diversos recipientes de vidrio, hierro, etc. Pero eso es actuar sin tener en cuenta las formidables facultades olfativas del perro rastreador.
En efecto, aun cuando la droga estuviera en una caja herméticamente cerrada, a través del material se desprenden moléculas de aire portadores de su olor, y ello tanto más si el paquete ha estado en una atmósfera con la temperatura muy alta. El perro experimentado puede incluso detectar la droga en un lugar tan insospechable como debajo de agua o un saco de especias.
En la aduana de los aeropuertos, pongamos por caso, el perro explora a una velocidad increíble cualquier equipaje, paquete o vehículo. Los que pasan los estupefacientes, una vez han constatado la eficacia de este nuevo método de búsqueda, han ideado enseguida diversos medios para despistar al perro. Y la búsqueda a perdido eficacia durante un tiempo debido a la pimienta, los ajos, la cebolla o las bombas fétidas... con que se impregnaban los objetos que llevan la droga. Pero los adiestradores han organizado cursos cada vez más completos para acostumbrar al perro a todos esos olores hasta hacerlo casi infalible.
En octubre de 1986, unos traficantes suizos transportaron gatos en el coche donde tenían escondidos los estupefacientes para engañar el olfato de los perros de la aduana. Los perros, seducidos ante el olor y la vista de los mininos, se olvidaron por completo de lo que habían aprendido. Pero se descubrió el subterfugio y se adiestró a los perros para que no hicieran caso de la presencia de los felinos.
Gracias a estos indispensables auxiliares, cada año se descubren kilos de droga. Y una cosa es cierta: para el perro, todo eso no es más que un juego.

A principios de la década de los sesenta

A principios de la década de los sesenta, en Finlandia, se llevo a cabo una investigación dirigida por el Instituto de Investigaciones Geológicas y subsidiada por el gobierno, dicho programa consistía en el adiestramiento de perros “pastor alemán” para detectar yacimientos de minerales (especialmente el cobre y el níquel ). Así, el primer perro geólogo habría sido un pastor alemán llamado Rajan, educado por el finlandés Pentti Mattason (nacido el 2 de septiembre de 1927 en Helsinki, donde vivío toda su vida…y murió el 24 de febrero de 2011). Al cabo de un tiempo Rajan había llegado a descubrir 330 muestras de minerales en una superficie de nueve kilómetros cuadrados, mucho más que un hombre con sus detectores.
La afición de Mattsson por el adiestramiento de Perros de servicio comenzó cuando la familia adquirió un macho de pastor alemán. En Finlandia impartió las técnicas de formación de perros detectores y entre los logros obtenidos se encuentran, el descubrimiento de yacimientos de uranio, petróleo, etc… 


Gracias a las capacidades sensoriales extraordinarias del perro

Gracias a las capacidades sensoriales extraordinarias del perro en la materia, el uno del sentido del olfato, el animal se puede utilizar en muy diversas tareas, algunas de ellas, en realidad, inesperados. Así, existen, los perros meteorólogos y, hasta, geólogos. Algunos están siendo entrenados para encontrar obras de arte robadas otros, en gran número para detectar drogas camufladas en equipajes y cargas.

En Nueva York, una estación de radio local negociado como meteorólogo una perra labrador joven llamado Cindy. Cuando quiso salir en la mañana, eso significa que lo hará bien. Si se enroscó en su cesta, fue porque el tiempo será malo.

En realidad, el perro es capaz de prever, sobre todo la lluvia o el viento, entonces la expresión "es un tiempo de perros." Como se dice, él anuncia que él / ella, comer gramo, siendo entregado en el terreno, excavación y olfateando por todas partes. Y es posible que sea sensible a las variaciones de la presión atmosférica, a través de los gases que emanan del suelo en cantidades cada vez menores y que se detecta por el olor (para ver Escanea Animaux Météo-, de Philippe Copé, Balland, 1982) .

Como muchos otros animales, los perros están ansiosos durante el tiempo que precede a los terremotos: por eso, puede ser útil para observar su / su comportamiento.

PERROS AL SERVICIO DEL ARTE

Para identificar una obra de arte o un objeto de colección maquillados (implantes metálicos, tintas invisibles, etc.). Sin embargo, a pesar de los numerosos y diversos que son, tales medios no son de una eficacia total.
Dos investigadoras francesas, Claudine Masson, del IRA-CNRS, y Marie-Florence Thal, del CEA, tuvieron la idea de recurrir a los perros. El principio de su método se basa en utilizar sustancia odorantes (cuya formula se mantienen en secreto), invisibles al ojo e imperceptibles por el olfato humano. Se pueden pulverizar sobre un lienzo, por ejemplo.
A los perros jóvenes de la policía o de aduanas se les enseña a reconocer tales sustancias. El aprendizaje se lleva a cabo con regularidad hasta que el pero termine por identificar las moléculas odorantes incluso cuando están mezcladas con otros olores. El perro se convierte así en un "detector biológico", muy superior a todos los "captadores" físicos existentes.
Sin embargo, cuando se multiplican las moléculas para conseguir una gama infinita de códigos que correspondan a otros tantos perfumes, los detectores físicos resultaran incontestablemente más eficaces.
Pero los perros tienen la ventaja de la movilidad sobre todo los demás medios. Se les puede llevar fácilmente al lugar donde se haya de identificar una obra de arte. En los aeropuertos, las estaciones y demás lugares públicos, basta con patearlos por entre los bultos. Los perros adiestrados serán capaces durante toda la vida de detectar las esculturas, las joyas o los cuadros robados a condición, claro está, de que estos objetos estén "marcados" o "tratados" . Las obras marcadas se incluirán en un fichero informatizado.
Claudine Masson y Marie-Florece Thal han ganado un premio de la Sociedad general por sus trabajos. Y han fundado una sociedad de servicios.

EL RASTREO O LA PASIÓN POR EL JUEGO

El perro rastreador debe tener varias cualidades. Debe ser un buen perro de cobro, dar muestras de tener una gran robustez física y estar dotado de potentes cualidades olfativas. Pero también debe sentir pasión por el juego pues esa es la base del adiestramiento. Después de haber aprendido a resolver a la llamada de su dueño, a andar al paso, a sentarse, quedarse tranquilo, el joven perro aprende las primeras lecciones especializadas jugando con la droga... pero sin que ello suponga ningún peligro para la salud.
En una bolsa de nylon introducida en un tubo de PVC, uno de los materiales más duros, se pone un poco de hachís. El tubo en cuestión, tapado en sus extremos y con minúsculos agujeros, se rodea con una hoja de poliuretano y se envuelve en una tela de algodón, para que se parezca lo más posible a los juguetes para perro. Acostumbrado al olor de droga, el perro debe encontrar su juguete favorito escondido de un modo cada vez más difícil: en los asientos, los faros, los embellecedores o el filtro de aire de un coche.
Para el perro, este rastreo sólo es una excelente ocasión de jugar con su dueño.

En 1970



En 1970, los estadounidenses decidieron drogar perros para hacerles detectar la droga cuando sufrieran el síndrome de abstinencia. Ese cruel y bárbaro procedimiento fue abandonado enseguida pues los perros así intoxicados sufrían trastornos hepato-nefriticos y cardíacos que les causaban la muerte rápidamente...Por consiguiente, es totalmente erróneo pensar que los peros rastreadores de droga de la actualidad están drogados. Si tal método se empleara hoy, sería severamente castigado y, de todas maneras, no serviría de nada en la medida en que los perros rastreadores deben ser operativos las veinticuatro horas del día, ya que las operaciones de rastreo no se programan de antemano.

La idea de servirse de los perros

La idea de servirse de los perros para la detección de estupefacientes remonta a la época de la guerra de Vietnam, durante la cual el consumo de heroína entre los soldados estadounidenses planteó gravas problemas.

Para que el perro esté motivado en la búsqueda

Para que el perro esté motivado en la búsqueda, su dueño ha de animarlo y felicitarlo después. Los dos forman una pareja de amigos inseparables En ningún momento se ha de separar al hombre de su acompañante. pues el trabajo con una persona extraña que no conozca el animal siempre ja resultado ineficaz. Lo único que incita al perro a convertirse en un salvador inigualable, a realizar durante horas una misión agotadora hasta el final, es el deseo de complacer a su dueño.
Pero eso no basta. También es necesario que los responsables encargados de la seguridad y la ayuda tomen conciencia de los resultados que pueden conseguir esos perros y recuperar siempre a ellos en todas las operaciones de rescate.

Cualquier perro

Excepto los molosos pesados y los de tamaño pequeño - puede convertirse en un perro de rescate. La raza importa poco, sólo cuenta la eficacia. El tipo que domina es el pastor alemán, aunque también se encuentran pastor belga, bocer, briard, beauceron, dobermann. schnauzer, pastor del Pirineo...y cruzados de todas las clases. No se trata de superperros seleccionados sino de perros educados y adiestrados con la mayor seriedad posible.
Los primeros pasos los dan e los centros de formación y entrenamiento. El entrenamiento intensivo tiene lugar en canteras en desuso y antiguas minas acondicionadas con este objeto. Allí se reproducen las condiciones que se dan en un siniestro para que el perro se acostumbre. Ninguna prueba se deja de lado: vigas inestables, obstáculos cortantes, material rodante: vigas inestables, desprendimiento de barro, casa incendiada... Se consideran todas las situaciones difíciles que pueden perturbar las costumbres del perro y obstaculizar sus capacidades de búsqueda: aparatos ruidosos, sirenas estridentes, hombres que van de un lado a otro gritándose, humadera, gases, proyectores cegadores u oscuridad total (ejercicios nocturnos). Los voluntarios se esconden debajo de los materiales más diversos o entre las tuberías. Más difícil todavía para el perro es el desenterramiento pues la capa de tierra o de barro retiene el olor de la persona sepultada. También se dispone de viejas neveras llenas de carne o de desperdicios para comprobar las reacciones de los animales que no deberá ceder a la tentación. Pues su función es la de salvar, no la de saquear.
Otros ejercicios muy duros tanto para el hombre como para el perro son el descenso en rapel por un muro elevado y el paso de una pared a otra. El perro puede ir tanto a hombros de su dueño como cogido en un arnés para facilitar su transporte. El helicóptero resulta necesario a veces para llevar o recuperar los equipos cinófilos si el lugar es inaccesible para loa autos. Colgados del aparato por un cable de acero que los descenderá metro a metro o los llevará a la portezuela del helicóptero, abierta al vacío desde una altura de 50 metros o más, dueño y perro se enfrentan sólo con el vértigo sino también con las turbulencias originadas por las paletas.

Por su movilidad y olfato



Por su movilidad y olfato, el perro educado para este tipo de búsqueda complementa los aparatos de detección electrónicos, a los que supera muchas veces. Según un estudio realizado en Alemania hace algunos años, hacían falta 20 hombres trabajando una hora para localizar un sepultado a mucha profundidad. El empleo de los aparatos geófonos del tipo Capson redujo considerablemente ese tiempo, pero exigían condiciones especiales, en particular un silencio completo que es difícil conseguir en el escenario de un drama. Además, el geófono Capson, como su nombre indica, sólo capta, amplificándolos, llamadas, gemidos, latidos del corazón de las víctimas conscientes, mientras que el perro, gracias a su olfato, localiza personas muertas o vivas en medio del humo, el ruido y hasta la más completa oscuridad.
Las reacciones del perro también indican si hay que activar los socorros. En efecto, aquellas serán más vivas si el perro descubre un superviviente cuyos efluvios corporales ha captado: entonces se pone a ladrar de alegría. En principio, no debe escarbar (excepto en la tierra o en la nieve) para no herirse las patas entre los escombros. En cambio, las exhalaciones del cuerpo de una víctima fallecida espantan al perro: entonces éste se limita a marcar una muestra o se pone a aullar a la muerte con la cola entre las patas. Por eso es importante mostrarle al perro, si es posible, las personas que ha permitido salvar para que se dé cuenta del resultado de sus esfuerzos.
Para realizar su tarea, los perros de rescate tienen diez días, doce como máximo. Más allá de ese plazo se considera que ningún ser humano tienen posibilidades de sobrevivir. En México, para que los animales mantuvieran sus prestaciones se les hacía trabajar en lugares diferentes cuatro horas diarias en períodos de media hora.

Los perros de salvamento se utilizaron

Los perros de salvamento se utilizaron por vez primera en Gran Bretaña durante la segunda guerra mundial. Entonces se le encargaba de localizar a las personas sepultadas bajo los escombros de los edificios. Fue tal su eficacia que en los años cincuenta se empezaron a crear escuelas para la formación de perros de salvamento no sólo en Inglaterra sino también en estados Unidos, Alemania y Suiza.
Las operaciones de socorro en las que intervienen son numerosas, ya que cada año se registran un millón de sacudidas sísmicas en todo el mundo y a los terremotos hay que añadir los desprendimientos, incendios o explosiones en fábricas, obras de construcción, minas y edificios, así como las catástrofes aéreas y ferroviarias.

Los perros de salvamento

Los perros de salvamento se utilizan siempre que se producen siniestros importantes. Gracias a sus numerosas y eficaces intervenciones se cuenta por centenares los supervivientes rescatados.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Los perros forman parte de nuestra vida

Para muestra vasta un botón, los perros forman parte de nuestra vida, cuidemos de nuestros amigos incondicionales.




¿EN QUE TRABAJAN LOS PERROS?


A partir de los sismos del 85 en la ciudad de México la labor que resulta de vital importancia y de la que no se puede presidir es la de búsqueda y rescate: Los perros entrenados para este trabajo asisten en la búsqueda de personas desaparecidas, siguen rastros y rescatan gente después de algún desastre natural. También pueden realizar rescates en el agua, en la nieve, en derrumbes, en cavernas, etc...

El entrenamiento de un perro

Especialmente un perro policía, es un proceso que nunca termina. Incluso después de que el perro tenga cinco o seis años de edad y tenga un montón de experiencia en su haber, todavía deberías tener sesiones de entrenamiento de corta duración cada dos meses más o menos. Esto hará que los sentidos del perro y las habilidades se agudicen. Se mantendrá en sintonía contigo y lo que quieres de él. Esto es importante para tu felicidad y la felicidad de tu perro. Esto es especialmente cierto si un nuevo entrenador entra en escena. Tendrás que trabajar con el perro y el entrenador nuevo hasta que se sientan cómodos unos con otros.

El uso de un bozal

Es una manera común y eficaz de entrenar a un perro policía. No se utilizan para todo tipo de entrenamiento, pero sobre todo para los perros que pueden requerirse para atacar a alguien que están persiguiendo. En particular, la agitación del bozal es la mejor opción para el entrenamiento. Se utiliza cuando estás entrenando a tu perro a ser agresivo hacia una persona. Permiten que el perro mueva la cabeza y el cuello y también les permite comer y beber durante el entrenamiento. Esto permite que el perro ejercite su reflejo de mordida para que sepan lo que la formación está destinada a enseñar. Estos bozales son seguros y humanitarios para el perro.

Elije una especialidad.

Los perros policía en entrenamiento suelen tener una especialidad. Si tu perro tendrá una especialidad, tendrás que empezar a introducírsela temprano, como a los seis meses. A modo de ejemplo, digamos que tu perro se utilizará para el seguimiento de las personas desaparecidas o criminales. Lo más probable es que tengas un Labrador, Bloodhound, o Pastor Alemán, éstos ya tienen bastante instinto de por si. Estimula estos instintos para entrenar a tu perro. Vas a hacer series de ejercicios de esconder y encontrar todos los días. La idea es simple. Permite al perro oler algo que ha tocado la persona que hay que encontrar, y luego permite que te lleve hasta encontrar a la persona.

Trabajar o adiestrar un perro policía

Por lo general se requiere de un grupo de reglas que resultan fundamentales para tener éxito, se un entrenador con constancia. Trabajar con un perro por lo general gira en torno a algunas reglas básicas, y una de ellas es la constancia. Esto es muy importante cuando se entrena a un perro policía. Si eres el entrenador del perro entonces siempre deberías serlo tu. Nadie debe intervenir. El perro tiene que aprender a confiar en ti y siempre reportarse a ti. Esto formará un lazo que es muy importante en esta línea de trabajo y tipo de formación. Tu perro policía siempre te mirará a ti para obtener aprobación y esto es esencial. Si otra persona tiene que intervenir, asegúrate de que siga y mantenga las mismas técnicas de entrenamiento.

El trabajo de un perro-guía

Es una de las labores más complicadas que se le puede pedir a un animal. Pensemos que, de manera natural, los perros tienen una serie de instintos como el de caza, guarda y protección. Un buen perro-guía tiene que tener estos instintos minimizados para realizar bien su labor y esto se consigue trabajando todas las etapas de su vida, incluso antes de su nacimiento, a través de la selección de sus progenitores.

La instrucción es el proceso que va desde que el perro entra en la escuela, de vuelta de su familia educadora hasta que, finalmente, es adjudicado a una persona con ceguera que lo haya solicitado previamente. Este periodo dura entre seis y diez meses. Se inicia reforzando la obediencia básica (sienta, échate…) que el perro ya ha aprendido durante su etapa de cachorro. A continuación se le “introduce al arnés” y, a partir de ese momento el animal tiene que asumir que, cuando esté con el arnés puesto, una persona irá a su lado y cuando pase por un lugar estrecho, una puerta o cerca de una farola, tendrá que dejar el espacio suficiente para ambos. Es un trabajo en el que no solo es necesaria paciencia y cariño, mucho más importantes son los conocimientos de técnicas de enseñanza y manejo. La formación de un instructor de movilidad con perro-guía es compleja, unos dos años de duración en los que tiene que aprender todo lo relacionado con el perro y con la ceguera, técnicas de guía, orientación y movilidad y muchas otras disciplinas que harán de él un magnífico profesional.

Una vez que el perro ha sido introducido al arnés y se encuentra totalmente adaptado a éste y a la persona responsable, se inicia todo el proceso. El perro tendrá que aprender a cruzar las calles en línea recta, evitar obstáculos, marcar puertas, escaleras o bordillos, añadiendo dificultad a su trabajo según progresa en los logros conseguidos. Siempre reforzando la labor bien hecha con premios que pueden consistir desde una caricia en el cuello, una palabra de halago e incluso una bolita de pienso. El castigo también se utiliza a veces pero no se usa la violencia física. Un simple tirón de correa acompañado de un enérgico ¡NO! es suficiente para que el perro sepa que hay alguna cosa que ha hecho mal. Luego se repite el ejercicio premiándole cuando el objetivo se haya conseguido.

Una vez completado el aprendizaje, cuando el instructor determina que su perro está listo y basándose en las características de éste, buscará al solicitante más adecuado. A partir de los criterios de prioridad entre los solicitantes establecidos en la normativa interna, se analizan y tienen en cuenta, factores como la velocidad de paso, el peso, la altura y la iniciativa, entre otros muchas otras características, tanto del perro como de la persona y su entorno, para lograr una compenetración perfecta en la unidad “perro-usuario”.

Asistencia y Servicio


Son perros entrenados para asistir a personas con capacidades diferentes. Hay perros que trabajan como guías de personas invidentes o personas sordas, otros que ayudan a personas con deficiencias motrices a abrir y cerrar puertas, jalar sillas de ruedas, etc. También hay perros que ayudan y acompañan a las personas con alguna fobia para que superen sus miedos y puedan realizar sus actividades diarias.

DECÁLOGO DEL COMPORTAMIENTO CIUDADANO ANTE LA PRESENCIA DE UN PERRO-GUÍA

No me des de comer ni me llames cuando estoy trabajando. Los silbidos me distraen.

Si quieres saludarme pregunta primero a la persona.

No dejes tu perro suelto cerca de mi. Intenta controlarle.

Para dar una indicación a mi dueño, no tires de la correa ni me agarres del arnés.

Recuerda que soy los ojos de una persona. No impidas mi paso a los establecimientos ni transportes. La ley me ampara.

No me tengas miedo. Ni soy agresivo ni transmito enfermedades.

Si cuando vas conduciendo ves que intento cruzar, ten precaución y para a una distancia suficiente para no asustarme.

Facilítame una ubicación cómoda en los transportes públicos.

Somos perros limpios. La pipí y las cacas siempre lejos de las aceras en los lugares adecuados.

Si estoy trabajando, recuerda que hay una oportunidad de tener un perro, no es de casta pero si le dedicas tiempo puede llegar a ser tu orgullo personal, adopta, educa y… ¡juega con tu perro!

¿EN QUE TRABAJAN LOS PERROS?



Después de una su adaptación a un entorno dominado por la raza humana, el perro fue diversificado por medio de selección artificial, efectuada por el hombre, y logró dar continuidad a una serie de características físicas, que se ajustan a sus necesidades, esto dio vida a un universo muy variado de especies caninas, adaptadas a servir al hombre y compartir su entorno, en una relación en donde el hombre y el perro trabajan unidos en diferentes actividades que nos deja pensar que nacieron el uno para el otro. Por esa razón en Mis Amigos Los Perros te daremos a conocer en

¿Qué Trabajan Los Perros?

viernes, 20 de septiembre de 2013

EL ARREGLO


En algunas razas, el aspecto del pelaje forma parte de los puntos que hay que respetar para que el animal sea conforme al estándar, lo que entonces obliga a cuidados muy particulares (depilación, recorte de los bigotes...); las pequeñas intervenciones (depilación del conducto auditivo, corte de las uñas) resulta delicadas a veces, por lo que lo más indicado es acudir a una peluquería canina. Ello no quita para que se hagan los cuidados cotidianos, que son indispensables

Los baños y los champúes


Todos los perros se pueden bañas y lavar, pero no con la misma frecuencia (está varia por lo general entre quince días y dos meses). Algunos perros se ensucian enseguida mientras que otros huelen mucho. Como en el caso del hombre, el empleo frecuente del champú estimula la secreción de las glándulas sebáceas lo que pueden aumentar el olor; ello puede ser un síntoma de seborrea que exigiría ir a la consulta con el veterinario.
Por otra parte el champú puede tener efectos nocivos. Puede ser irritante y provoca enrojecimiento prurito, sobre todo cuando el pH es ácido o básico. Como la piel del perro es neutra, sería mejor utilizar champúes suaves. En cuanto a los champúes antiparásitos, a veces son mal tolerados, y sus ventajas son muy limitadas pues no basta para desperasitar el animal. La sensibilidad individual también influye mucho en el grado de aceptación de los champúes.
Los champúes pueden estropear el pelaje, ya que eliminan la grasa que protege y suaviza el pelo. No se debe utilizar champúes secos: pegan los restos, secan el pelo y aumentan la electricidad estática.
Para devolverle al pelaje un aspecto lustroso después del champú puede resultar conveniente friccionar el animal con una emulsión que lleve aceites de baño, salvo cuando se trate de razas de pelo duro.

LOS CUIDADOS DEL PELAJE

Los cuidados del pelaje forman parte del aseo habitual del perro. Consisten básicamente en cepillar y lavar el animal.

El cepillado
Presente numerosas ventajas y permite detectar precozmente las anomalías, constatar la existencia de ectoparásitos (garrapatas, pulgas, piojos). eliminar la suciedad y sobre todo, gracias al masaje que supone, eliminar los pelos muertos y estimular el funcionamiento del folículo piloso y de la glándula sebácea. Por último, el cepillado acostumbra al animal a ser manipulado los que representa un ventaja cuando se trata de cuidarlos.
Hay que cepillar a los perros todos los días durante unos cuantos minutos, enérgicamente pero sin irritar. Se utilizan cepillos apretados para los de pelo corto, cepillos y más bien peines para los de pelo duro y en particular para los de pelo largo y suave. Hay que sostener las mechas por la base a fin de evitar los tirones dolorosos y dañinos para el pelaje.
El apelmazamiento es una anomalía (excepto cuando es debido a una mancha) que obliga a revisar las condiciones en que se lava el animal y a consultar al veterinario. Algunas enfermedades de la piel obligan a esquilar los animales de pelo largo.

EL CICLO DEL PELO

El ciclo pila, durante el que el pelo pasa por una fase de crecimiento activo antes de convertirse en una clavija de queratina muerta implantada en la piel (véase en el esquema), conocida su renovación.
Esta renovación se produce a lo largo del año aquel es muy importante en los períodos de muda que es cuando se eliminan un gran número de pelos muertos que son sustituidos por otros.
Globalmente, el perro tiene dos períodos anuales de muda, y la modificación de la duración de los días (fotoperíodo) desempeña un papel esencial en el desencadenamiento del proceso. Así, en la primavera se cae el pelaje de invierno y sale el pelaje de verano, y en otoño el pelaje de invierno sustituye al de verano. Sin embargo, no todos los pelos se caen al mismo tiempo, de manera que la muda se alarga en el tiempo. Algunos perros tienen mudas muy marcadas, mientras que otros pierden pelo largo los pelos tardan más en crecer y duran lo suficiente como para pasar varios períodos de muda.

EL PELO Y EL FOLÍCULO PILOSO


El pelo es una formación aneja de la epidermis (capa superior de la piel) que comporta un bulbo y una raíz, un tallo y una punta, siendo estos dos único visibles. El pelo está constituido por la aglomeración de células muertas ricas en queratina; su organización es tal que, desde el centro hacia el exterior, se distinguen la médula, el córtex y la cutícula. Esta estructura es la que le da rigidez al pelo.
El pelo nace en el folículo piloso en el fondo del cual se multiplican activamente células especializadas.
En ciertos estadios de su evolución, el folículo piloso también comprende:
- una o varias glándulas sebáceas, es decir, productoras de grasa, que le dan al pelaje estanqueidad y le confiere un aspecto lustroso; muchas anomalías se deben a un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas;
- glándulas sudoríparas cuyas secreciones son insuficientes para producir sudor en abundancia excepto a nivel de las almohadillas, donde estas glándulas tienen una naturaleza particular;
- un músculo arrector cuya contracción hace levantar el pelo, lo que se produce en condiciones de emotividad o para luchar contra el frío;
- una irrigación sanguínea y una inervación compleja.
De cada folículo salen varios pelos: un pelo de jarra (también llamado pelo de guarda o de cobertura) largo, rígido, pigmentado, que le da la orientación del pelaje, su aspecto más o menos levantado o aplastado, su coloración; pelos finos (vello o pelo de borra) que forma el subpelo y cuyo número es muy variable (de 2 a 5 en el teckel, una docena en el rottweiler). Los pelos de lana sólo se observan en determinadas razas (caniche, pastores húngaros).
La abundancia de folículos también depende de la raza (suele ser más numerosos en las razas de pelo corto) y de la región abdominal, las orejas...).

¿CÓMO HUELE USTED?


Todas esas informaciones olfativas contribuirán a organizar la vida de relación del perro; el animal las utilizará para regular sus comportamientos de comunicación, reproducción y alimentación.
El joven cachorro localiza la mama materna por el olor y el calor que ésta desprende. Los olores alimenticios aprendidos en el momento del destete guiarán al animal para que pueda escoger y en particular le permitirán distinguir lo que se come de lo que no se come.
En la época de la reproducción, la emisión de feromonas sexuales en la perra en estro determinará el comportamiento reproductor del macho y, en ciertos casos, incluso le provocará la huida.
Por último, en sus relaciones con congéneres, el perro siempre empieza sus saludos olfateando según un ritual primero en la zona anogenital y después en el cuello. Es la manera de informarse para adaptar su comportamiento.


UNA SENCIBILIDAD MOLECULAR

Por consiguiente, la sencibilidad olfativa del perro es molecular, es decir, infinitamente más precisa que la nuestra. Pero, igual que los seres humanos, el perro tiene sus olores preferidos. Citemos en primero lugar el que desprenden los ácidos grasos volátiles que puede detectar en una concentración de 9.000 moléculas por centímetro cúbico, es decir, una concentración un millón de veces inferior a la que percibimos.
Esos ácidos grasos volátiles los desprenden las grasas animales (pollo), las vísceras de las presas y también el hombre a través de sus secreciones sudoríparas en las axilas, el cuello o las manos. Cuando se tienen las manos húmedas o sudor frío en la espalda, es imposible hacerle trampa al perro que tenemos delante. Lo huele. De ahí que se diga que la nariz de un perro nunca se equivoca o que "no lo puede oler".
Esta pista de ácidos grasos volátiles es lo que constituye el rastro olfativo que el sabueso seguirá para encontrar al herido sepultado bajo una avalancha o para localizar una presa.

En el nivel superior

En el nivel superior, la corriente de aire alcanza la lámina cribada del etmoides, de nombre evocador ya que está finamente atravesada por agujeros a través de los que pasan los hilos del nervio olfativo. La lámina cribada es el filtro a través del que pasarán las informaciones olfativas que se transmitirán al sistema nerviosos, que las integrará y desencadenará los comportamientos relacionados con el olor inhalado.
En una inspiración normal, no todas las moléculas odoríferas llegan hasta la lámina cribada del etmoides. Si se representan las moléculas inspiradas como una corriente de bolas se verá que sólo las primeras llegan hasta la lámina y que las otras se dispersan y se pierden. En cambio, si el perro inspira con intensidad cuando huele activamente, el conjunto de las moléculas odoríferas chocará con la lámina cribada y se transmitirá toda la información olfativa. Este contacto entre la lámina cribada y la molécula odorífera es indispensable para la transmisión de la información. Unos investigadores volvieron anósmicos a unos perros poniendo una película plástica estanca entre la trompetilla y la lámina cribada del etmoides.

El esqueleto del aparato olfativo

El esqueleto del aparato olfativo está constituido por el hueso etmoides que en las fosas nasales se organiza en espirales a uno y otro lado del tabique nasal. Esas espirales están completamente tapizadas por la mucosa respiratoria y olfativa que se adapta a cada repliegue anatómico. La sensibilidad olfativa es proporcional a la superficie total de la mucosa, la cual se puede calcular, por ejemplo, en 85.3 cm cuadrados en las razas braquicéfalas (tipo boxer) y puede alcanzar 200 cm cuadrados en el pastor alemán que tiene la nariz más larga. La sensibilidad también depende de la densidad de las células olfativas.
A cada inspiración, la corriente de aire cargada de partículas odoríferas se calienta formando torbellinos en las espirales; a continuación es humedecido por último purificado; las partículas contenidas en el aire inhalado se aglutinan en las pestañas que bordean la mucosa.
Entonces, los relieves óseos dividen el aire inspirado. En el nivel inferior, el aire se dirige hacia la faringe para llegar a los pulmones a través de la tráquea y por la vías bronquiales. Este aire se destina a la respiración.

Comunicación indirecta.

Para que un sistema de comunicación pueda existir como tal, son necesarios tres elementos fundamentales: un emisor, un receptor y un canal adecuado de transmisión de la información.

Además del olor corporal formado por las diferentes secreciones del organismo, el perro utiliza un segundo canal de trasmisión olfatoria, basado en la emisión y captación de unas sustancias químicas denominadas feromonas.

Las feromonas son componentes volátiles elaborados en distintos puntos del organismo que se encuentran presentes en los fluidos corporales de todos los mamíferos, tal vez incluso en el ser humano.

Las feromonas son captadas por una especie de segundo olfato especializado en dicha función denominado Órgano Vomeronasal o de Jacobson.

El Órgano Vomeronasal


se dispone en la parte anterior del tabique nasal, encontrándose en conexión con el canal incisivo superior, pequeño conducto que pone en comunicación la cavidad nasal con la cavidad bucal.

Fuentes de feromonas:

Mediante un elaborado movimiento de la lengua y de los labios, el perro consigue que una parte del aire inspirado pase por el canal incisivo, permitiendo su entrada en el órgano vomeronasal.

1-Heces.
2-Orina.
3-Secreciones vaginales.
4-Excreciones prepuciales.

Glándulas: de la piel, anales y perianales, de la zona alta del dorso, salivares, plantares, etc.

La función principal de las feromonas es la identificación individual, identificación entre madres e hijos, del nido, del territorio, rango social, estado de salud, otras especies, sexual o estado reproductor, celo, miedo, etc.