viernes, 20 de septiembre de 2013

Comunicación indirecta.

Para que un sistema de comunicación pueda existir como tal, son necesarios tres elementos fundamentales: un emisor, un receptor y un canal adecuado de transmisión de la información.

Además del olor corporal formado por las diferentes secreciones del organismo, el perro utiliza un segundo canal de trasmisión olfatoria, basado en la emisión y captación de unas sustancias químicas denominadas feromonas.

Las feromonas son componentes volátiles elaborados en distintos puntos del organismo que se encuentran presentes en los fluidos corporales de todos los mamíferos, tal vez incluso en el ser humano.

Las feromonas son captadas por una especie de segundo olfato especializado en dicha función denominado Órgano Vomeronasal o de Jacobson.

El Órgano Vomeronasal


se dispone en la parte anterior del tabique nasal, encontrándose en conexión con el canal incisivo superior, pequeño conducto que pone en comunicación la cavidad nasal con la cavidad bucal.

Fuentes de feromonas:

Mediante un elaborado movimiento de la lengua y de los labios, el perro consigue que una parte del aire inspirado pase por el canal incisivo, permitiendo su entrada en el órgano vomeronasal.

1-Heces.
2-Orina.
3-Secreciones vaginales.
4-Excreciones prepuciales.

Glándulas: de la piel, anales y perianales, de la zona alta del dorso, salivares, plantares, etc.

La función principal de las feromonas es la identificación individual, identificación entre madres e hijos, del nido, del territorio, rango social, estado de salud, otras especies, sexual o estado reproductor, celo, miedo, etc.


No hay comentarios:

Publicar un comentario