viernes, 13 de septiembre de 2013

La llamada

Un importante elemento en el adiestramiento del perro para la guarda, la defensa o la caza es la llamada a los pies de su dueño. En efecto, por evidentes razones de seguridad, resulta esencial que el animal aprenda a volver con su dueño cuando éste lo llame en cualesquiera que sea las circunstancias.
Una vez que el perro realice sin que se obligue los primeros ejercicios de obediencia, en cuanto reaccione favorablemente a las órdenes "sentado", "echado" y se acostumbre a andar con su correa puesta, se le podrá adiestrar para la llamada. Este aprendizaje no comenzará hasta que el perro tenga 5 - 6 meses, lo que no quiere decir evidentemente que no haya que acostumbrarlo desde, muy pequeño a que responda cuando se llama por su nombre.

¿Por qué la llamada?
El objetivo del adiestramiento a la llamada es que cuando se le llame por su nombre seguido de la orden "ven aquí", el perro acuda sin vacilar y se ponga a la derecha de su amo en posición de sentado.
Cuando el perro haya comprendido la llamada se le podrá entrenar para responder a la orden "ve a jugar" empujándolo hacia adelante para que se vaya. También se le enseñará a permanecer a distancia sin moverse. Y sólo cuando el perro haya asimilado perfectamente estas nociones se podrá pensar en adiestramiento para que recoja y traiga objetos, o para la búsqueda o el ataque por ejemplo.

Cómo actuar en el adiestramiento
A la hora de la comida
Primero se puede ejercitar al perro en la hora de la comida provocándole las ganas de comer para hacerlo volver. Sin embargo, conviene evitar las golosinas pues ello perturbaría después el aprendizaje de la negativa a coger el cebo.
Para empezar se llama al perro por su nombre seguido de la instrucción "ven aquí" presentándole el plato (también se le puede decir "aquí" o "ven"). El perro deberá colocarse a su derecha en posición sentado. Si es necesario, ayúdele colocándolo y obligándolo a sentarse. Espere a que haya realizado bien este ejercicio y después déle la comida y hágale muchas caricias. No se le debe dar comida al perro hasta que no haya hecho correctamente el ejercicio pues hay que evitar que asocie recompensa y fracaso. En caso de fracaso, usted dará algunos pasos para alejarse del perro y lo llamará hasta que comprenda.

En cualquier circunstancia
Una vez que el perro haya aprendido la llamada a la hora de la comida intente que haga los ejercicios en horas diferentes.
Para ello, proceda como en el caso anterior, llamándolo por su nombre seguido de la orden "ven aquí" y si no viene espontáneamente porga el plato con comida a varios metros de su collar y tire de él hasta que comprenda y obedezca (sobre todo, no lo recompense con golosinas). De manera general y sobre todo si el perro no obedece sin plato de alimento, aléjese de él, lo que le hará volver por miedo a perder a su amo.
Resulta muy importante darle siempre la misma orden al perro con las mismas palabras y, de ser posible, con la misma entonación, sin agresividad ni nerviosismo. Si usted cambiara el vocabulario o de entonación, al perro le llevaría más tiempo asimilar las diferentes órdenes.
Más tarde le hará falta volver a empezar el ejercicio en diferentes momentos, pero sin abusar, cuando el perro esté comiendo o jugando, para que responde en cualquier circunstancia.

Al silbato
También es útil para el caso de que el perro esté muy lejos o se encuentre en un ambiente ruidoso que se acostumbre a responder a sonidos diferentes de la voz del dueño (silbato corriente o de infrasonidos, chasquido de los dedos).
Para ello, acompañe progresivamente la orden con el "nombre más ven aquí" del toque de silbato y después utilice alternativamente uno y otro método. El perro deberá venir a sentarse a su derecha en todos los casos.
También podrá acompañar la orden o el toque de silbato con un gesto dirigiendo el índice hacia su pie de usted o dándose un golpe en el muslo, por ejemplo.

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