Mientras que antes sólo se conocían los efectos de las carencias, en la actualidad se han descubierto los daños de las sobredosis. Como las vitaminas, lo mejor es a veces enemigo de lo bueno: el cachorro tiene necesidades que ya se conocen perfectamente y querer atiborrarlo puede provocar accidentes que impedirán que crezca de modo equilibrado.
Los problemas que se suelen presentar más frecuentemente procede del uso desmesurado de la vitamina D que, en dosis elevadas, puede tener efectos nocivos en el esqueleto. Así, superar de 5 a 10 veces las necesidades (estimadas en 22 U.I. por kilogramo de peso corporal) provoca trastornos óseos denominados osteodistrofias. En todo caso, la vitamina D, también llamada vitamina antirraquítica, es indispensable.
La vitamina A, llamada del crecimiento, desempeña un importante papel durante toda la vida del perro. Ayuda al organismo a luchar contra ciertas enfermedades infecciosas garantizando la integridad de ciertas capas celulares (epitelio) y manteniendo la producción de las mucosas.
Las vitaminas E, F, y K, junto con la vitamina A y D, constituye el grupo de las vitaminas liposolubles (solubles en los lípidos) que se encuentran fundamentalmente en las materias grasas. Las demás vitaminas (complejo vitamínico B, vitaminas C y P) son las llamadas hidrosolubles (solubles en agua): vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6 (piridixina), B12 (cianocobalamina), B5 (ácido pantoténico), B9 (ácido folico), vitamina H (biotina), colina, inositol, niacina (vitaminaPP).
Las vitaminas hidrosolubles también son elementos necesarios para la realización de las grandes funciones vitales del organismo. En particular intervienen en el metabolismo de los glúcidos (B1, B6, PP, B5, B9) y en la síntesis de la hemoglobina (B12). Asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso (B1) y participan en el metabolismo cutáneo (B2, H). A señalar que la vitamina C no le es teóricamente necesaria al perro y que éste la puede producir por sí mismo a partir de la flora digestiva.
También habría que recordar el importante papel de todos los oligoelementos que en pequeñas dosis y asociados generalmente con las vitaminas actúan en numerosas reacciones bioquímicas tanto durante el período de crecimiento como en la edad adulta.
Los problemas que se suelen presentar más frecuentemente procede del uso desmesurado de la vitamina D que, en dosis elevadas, puede tener efectos nocivos en el esqueleto. Así, superar de 5 a 10 veces las necesidades (estimadas en 22 U.I. por kilogramo de peso corporal) provoca trastornos óseos denominados osteodistrofias. En todo caso, la vitamina D, también llamada vitamina antirraquítica, es indispensable.
La vitamina A, llamada del crecimiento, desempeña un importante papel durante toda la vida del perro. Ayuda al organismo a luchar contra ciertas enfermedades infecciosas garantizando la integridad de ciertas capas celulares (epitelio) y manteniendo la producción de las mucosas.
Las vitaminas E, F, y K, junto con la vitamina A y D, constituye el grupo de las vitaminas liposolubles (solubles en los lípidos) que se encuentran fundamentalmente en las materias grasas. Las demás vitaminas (complejo vitamínico B, vitaminas C y P) son las llamadas hidrosolubles (solubles en agua): vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6 (piridixina), B12 (cianocobalamina), B5 (ácido pantoténico), B9 (ácido folico), vitamina H (biotina), colina, inositol, niacina (vitaminaPP).
Las vitaminas hidrosolubles también son elementos necesarios para la realización de las grandes funciones vitales del organismo. En particular intervienen en el metabolismo de los glúcidos (B1, B6, PP, B5, B9) y en la síntesis de la hemoglobina (B12). Asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso (B1) y participan en el metabolismo cutáneo (B2, H). A señalar que la vitamina C no le es teóricamente necesaria al perro y que éste la puede producir por sí mismo a partir de la flora digestiva.
También habría que recordar el importante papel de todos los oligoelementos que en pequeñas dosis y asociados generalmente con las vitaminas actúan en numerosas reacciones bioquímicas tanto durante el período de crecimiento como en la edad adulta.
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