sábado, 14 de septiembre de 2013

Nada de sobre cargas ni de cambios bruscos.


La alimentación no debe de ser demasiado copioso por más que sea de buena calidad. En efecto, la capacidad digestiva del cachorro es limitada y si se superara, la sobre carga daría a diarreas. Así, pues, hay que tener cuidado con las comidas demasiado ricas o abundantes y con la glotonería del cachorro. 
El cambio brusco de régimen también es una causafrecuente de diarrea de los cachorros que toleran menos que los adultos las variaciones demasiado rápidas en la alimentación: en caso de necesidad, convendrá hacer una transición progresiva de 8 a 10 días para que el sistema digestivo se adapte bien a la nueva comida.
El criado que le haya entregado el perro insistirá en que se le alimente con el mismo producto que se utilizó para destetarlo, de modo que no se añada el estrés del cambio de alimento al de la separación de la madre.

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